ha de ser aquél que jamás pintaré
Tal vez uno que en mis horas de ocio graficaré en boletos de autobús
O quizás robaré tiempo a mis deberes y trazaré furtivas líneas en la calle
El cuadro imposible será una especie de delito contra mi conciencia
Cortado el brazo y la mano
Apenas caminaré con las retinas quemadas por el sudor
Y las lágrimas a punto de estallar
En verdad es posible pintar ese cuadro imposible
Cual Quijote en llamas por el desierto reiré
Trasladaré por segundos mi apetito a otras zonas –zonas prohibidas-
Para intentar el nuevo proyecto: una página inmensa
De miserables obrillas
Flotando en el vacío de tus ávidos ojos
Lector de cuadros imposibles
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