sábado, 22 de agosto de 2009

BALCÓN


Una vez me hablaron
desde su oxidada
estructura
En la oquedad de tan amplios bostezos
me hablaron
Dijeron todo
tocante a mi infancia y las soledades
que después anduve
Esa vez declararon
el término de una
epoca
Anunciaron el final
del invierno
la vida adulta

La vieja ciudad
Yo quería prolongar la estadía
en esta casa
Deseaba oler otra vez
a adobe húmedo
a rama azotando
la ventana
Luces titilantes en
cerros lejanos
Mas el día
terminaba

Campanario de la catedral
Iluminado
Viento amigo
que abandonaste
mis pasos
Una vez más te doy la bienvenida
Eres el plácido
compañero de todas las horas

Estos techos no dejan de hablarme
Jamás cesan
su obsesionada
conversación (murmura el viento)
al oido
Su secreto
y unas almohadas

Reflejo en las ventanas
Tal vez no pueda comprender la relación de estos techos con mi vida. Sólo se que el ojo vaga por los ventanales entre las ramas que mece la brisa en las calles

Estos techos son míos/ esta chimenea oxidada/ estas latas/ Esos vidrios grises/ esos ojos oscuros donde habita el desconocido

Temo la precariedad de estas casas (un incendio o un terremoto) La repentina muerte de mis suelos

Nada tan hermoso como ese muro de concreto donde quedó la huella de cada tabla en superficie. La lluvia ha lavado una y otra vez la cubierta de las cosas

A lo lejos el cielo se impregna de niebla


Texto de "Flores en la tumba de un marinero desconocido"


1 comentario:

Pamela Pérez Bernal dijo...

Me gustan mucho tus nuevas pinturas, me encanta ese ascensor que sube o baja segun se le mire...como la vida misma Pamela